Volar cometas
TALLER GUAVIARE

Cuando era niño, un día de agosto, mi primer amigo me dijo: «¡vamos a volar cometas!», en ese momento desconocía lo que significa aquello, pero hasta el día de hoy tengo presente ese recuerdo.

Soy Javier y no quiero venderles un proyecto, ni decirles que mi cortometraje va a cambiar el mundo o las mentes de las personas. Lo que busco, es expresarles que esta historia que quiero realizar me genera la misma emoción que sentía al vivir algo nuevo en mi infancia. Por lo tanto, lo que espero a cambio de hacer este pensamiento realidad, es su atención, porque sin importar cuanto haya en sus bolsillos, nunca podrán comprarle un segundo de sus vidas al universo. Por eso mismo entiendo, lo valioso que es que estén aquí escuchándome y espero hacer de ese tiempo, que no va a volver, un recuerdo para ese niño que hay en nuestro interior.

Permítanme ver que somos uno y todo, que nuestro cuerpo contiene los mismos elementos que conforman a las estrellas, que nuestra mente es tan grande como el universo mismo y, aunque la curiosidad nos genere una nueva pregunta con cada respuesta, al final luego de ver mi cortometraje, puedan decir con la misma confianza que un niño tiene en sus amigos, que somos el universo contemplándose a sí mismo.

Mi cortometraje se realizará mediante la técnica de stop motion, tendrá una duración máxima de tres minutos y está enfocado en cómo las interacciones están regidas por leyes que no solemos entender pero que permiten que todo funcione, ya que a veces las palabras pueden quedarse cortas para describir ciertos momentos, por eso busco recrear la magia que hay detrás de un encuentro, cuando las palabras no son suficientes, pero que nuestra alma logra entender.

Javier
Moreno

Escritor y Gestor Bibliotecario, desde niño ha creado en su mente varias historias, donde lo fantástico y lo real conviven de forma cotidiana. Gracias a esto, ha hecho de la escritura la forma de transmitir lo que habita en su ser; además, también se ha apoyado en diferentes formatos y medios visuales que le permiten dar a conocer esos mundos que ha concebido.

Colombiano, nace en Girardot-Cundinamarca, pero crece en un pequeño pueblo del Quindío llamado Córdoba, del cual se mudó en 2005, desde entonces ha vivido en varios lugares de su país en búsqueda de aquello llamado «hogar», y lo encontró no en un sitio, sino en sus historias.