En el corregimiento del capricho, las mujeres se han organizado para trabajar en la agricultura orgánica con el objetivo de aportar a la sostenibilidad ambiental. Cultivando productos agrícolas como plátano, yuca, ahuyama, cúrcuma, jengibre, limonaria, ají… tienen acuerdos de conservación. Campesinas en cabeza de hogar, desplazadas, víctimas del conflicto armado, tejen esperanza y regeneran los bosques produciendo los abonos orgánicos para dar vida nuevamente al suelo, el cual ha sido deteriorado por el uso de químicos, con el apogeo de la coca que con la erradicación se disminuyó el 95 por ciento de los homicidios en la región.

Tejedoras de paz con su optimismo y brindando su arraigo por conservar y preservar el agua protegiendo las fuentes hídricas. Protegiendo los insectos que nos aportan en la polinización de los cultivos para que el alimento no falte en la mesa.