Una tarde el Sabio y Cazador en su mambeadero aconseja a su esposa e hijo para salir de cacería al día siguiente. Tenían que pasar por la maloca de una abuela hechicera que se convertía en tigre para comerse a las personas que cogían sus aguacates.

Desafortunadamente el consejo del sabio y cazador no se cumplió porque su hijo, al pasar por la maloca de la anciana, cogió una pepa de aguacate generando un conflicto entre dos poderes, el bien y el mal. La anciana se come a su hijo y a su esposa, y en la noche intenta comerse al cazador, pero como él era un sabedor su espíritu lo alerta por la noche y le dice cómo salir de la trampa de la anciana.

Para vengar la muerte de su esposa e hijo el cazador la llevó lejos en medio de la selva y a un árbol seco, ya en estado de descomposición, lo convierte en un dormitorio de murciélagos.

Este es el lugar preciso para que el cazador pueda vengarse cortándole la cabeza a la anciana que se convertíe en tigre con un hacha. La cabeza que el cazador cortó se convirtió en lechuza y el hacha en un cerdo de monte solitario.